Ingredientes (para 6 raciones)
- 2 Huevos
- 1 Taza buttermilk (tranquilos, ya os explico en el primer paso como hacerlo, nos va a hacer falta leche desnatada y un limón)
- 2 Tazas azúcar moreno
- 2 Tazas de harina
- 1 Taza de cacao puro
- 2 Cucharaditas bicarbonato
- 1 Cucharadita levadura
- 1 Vaso aceite de girasol
- Sal
- Medio litro nata para montar
- 2 Cucharadas azúcar glass
Pasos
- Lo primero que vamos a hacer es preparar el buttermilk. Se puede comprar ya hecho, pero también se puede hacer de una forma fácil y rápida en casa.
- El buttermilk es el suero de la leche. Normalmente es el suero que suelta la nata cuando se transforma en mantequilla, pero una manera fácil de hacerla es “cortando” la leche. Sí, sí, dije bien, cortando la leche. Vamos a poner un vaso de leche desnatada (mejor de la leche fresca, la que hay que tener en la nevera), y le vamos a echar el zumo de un limón entero. Hay quien le echa vinagre de manzana, pero a mí me gusta más con el limón.
- No removemos y lo dejamos reposar unos 15 minutos. Pasados esos 15 minutos veremos que se ha cortado la leche y que queda un líquido transparente, ese es el buttermilk. Lo usaremos así, directamente, no hace falta ni colar.
- Separamos las yemas de las claras y, con un toque de sal, montamos las claras a punto de nieve.
- Batimos mucho las yemas con el azúcar, hasta que se deshaga el azúcar por completo y le agregamos el aceite. Mezclamos todo muy bien y vamos agregando poco a poco la harina, el cacao y la levadura
- Agregamos el buttermilk y el bicarbonato al final. Es imprescindible utilizarlos a la vez para que el bizcocho sea muy esponjoso.
- Por último incorporaremos toda esta mezcla a las claras a punto de nieve con movimientos envolventes para evitar que se rompan las burbujas de aire y metemos la preparación en un molde amplio. Si no es de silicona habrá que prepararlo previamente con mantequilla o bien cubriéndolo con un papel sulfurizado.
- Metemos en la nevera unos 20 minutos mientras encendemos en el horno a 180º.
- Una vez que hayamos tenido la preparación en la nevera, la metemos en el horno entre 40-50 minutos. Probaremos con el cuchillo que el bizcocho no lo manche para saber que está en su punto.
- Retiramos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar.
- Montamos la nata con el azúcar glass.
- Cortamos el bizcocho horizontalmente por la mitad y echamos la nata entre las dos capas, sin extender demasiado, para que no se apelmace. Tapamos con la capa y echamos más nata sobre la superficie. Podemos adornar con unas virutillas de chocolate o con un chocolate rallado. También se puede tomar el bizcocho sin la nata, está igualmente bueno.
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